lunes, 10 de marzo de 2014

Miedo

Cae la noche en lo mas recóndito de tu alma. El eco de unos pasos rebotan en el palacio de la razón. Tu mente se revuelve. ¡Protégete, ya viene! Cada uno de esos pasos te recuerda el dolor. Siempre tan próximo a ti. Rozando tu preciosa cara. Y es que el miedo te ha librado tantas veces del dolor que no sabes vivir sin el. Es parte de ti. Es tu propio sistema de defensa. El que te separa de un mundo, que de no evitarlo, podría dañarte una y otra vez. Dejarte desnuda, indefensa y atormentada. Algo por lo que jamás estarías dispuesta a pasar de nuevo. Y es que tus motivos son reales. Reales como la que piensa que puede vivir sin sufrir. Que sus problemas son mas importantes que los de los demás. La que ríe ante tu desgracia mientras llora en su agonía. La que luchará con uñas y dientes por evitar que le hagas daño mientras te apuñala el corazón con sus temores. La que se alimenta de tus ganas de ser feliz por miedo a ser feliz contigo. La que vuelve a ti para después irse cuando se da cuenta de que todo va demasiado bien. La que duda mientras está segura. La que dice mucho sin sentir nada. La que ama sin amarte y la que da para después quitarte. ¿Que sería de nosotros si no tuvieras miedo?


1 comentario:

  1. Hoy por hoy despues haber tenido miedos k me han paralizado he llegado a aprovecharlo y usarlo a mi favor: el miedo me ayuda a ser cauta mientras lo atrvieso.

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